8 formas como destruyes a tus hijos cuando le eres infiel a tu esposa. COMPARTE
Si estás en una situación complicada y piensas que correr a los brazos de alguien más te hará sentir mejor pregúntate ¿Qué pasará con mis hijos si lo hago? Tal vez pienses que algún día lo entenderán, pero si lo haces estarás condenándolos a una vida llena de sufrimiento, porque ésto es lo que realmente pasa con tus hijos cuando traicionas a tu pareja
1. Los hijos son propensos a repetir los patrones negativos
Aproximadamente el 55% de los hijos de familias que han vivido una infidelidad, suelen ser infieles en su etapa adulta. Existe una frase muy conocida que dice “Se predica con el ejemplo”, lamentablemente, también las cosas negativas pueden ser aprendidas por los hijos. Muchas parejas que han cometido infidelidades piensan que los niños pequeños no se dan cuenta de estas acciones, sin embargo, con el paso de los años, van comprendiendo la dolorosa realidad y ésto es sumamente perjudicial en sus vidas y también en sus futuras relaciones.
2. Aprenden una dolorosa lección: La traición existe
Es una dura lección, aunque no les expliquen con palabras lo que está ocurriendo, los pequeños suelen aprender más de lo que ven, inmediatamente reconocen que los comportamientos entre sus padres han cambiado, lo peor es cuando ven que uno de ellos se aleja y decide ir con otra persona. La percepción que los hijos tenían de una familia unida se rompe irremediablemente y viven una nueva realidad, la traición existe y destruye la idea de vivir felizmente al lado de ambos padres.
3. Su autoestima se ve afectada
La primera comunidad a la que los hijos pertenecen es la familia, por ello cuando este santuario de amor, confianza y enseñanza que los ha formado se rompe, comienzan a sufrir de inseguridades, pues la traición cometida por quien es su modelo a seguir, desestabiliza su entorno y tiene fuertes implicaciones psicológicas. Los adolescentes también se ven afectados por ésto, sobre todo porque se encuentran en una etapa donde desarrollan su identidad y los problemas de su entorno familiar afectan su autoestima de forma directa.
4. Empiezan a sentir miedo al abandono
Los hijos de padres infieles, desarrollan un miedo irracional al abandono, pues en su mente, el padre afectado no hizo nada malo para merecer una traición, y ese miedo quedará enterrado en su subconsciente. Esto afectará su comportamiento en pareja por el resto de su vida, ya que necesita la constante aprobación de su pareja y demuestra su afecto de manera compulsiva para no ser abandonado por el ser querido, lamentablemente este comportamiento codependiente no permitirá que sus relaciones sean sanas y estables.
5. Sienten que deben elegir entre uno de sus padres
Las parejas separadas a causa de una infidelidad suelen culparse el uno al otro por lo ocurrido, como dice la investigadora Kate Figes, por ello obligan a los hijos a tomar bandos entre mamá y papá, lo cual crea graves conflictos y no es nada sano para ellos, ya que su estado emocional se vuelve cada vez más frágil a causa de la ruptura y la traición. Arrastrar a los hijos a las discusiones y problemas maritales es algo injusto y egoísta por parte de cualquiera de los padres, ellos son quienes más sufren después de una ruptura, pues sólo son víctimas inocentes de las malas decisiones de sus padres.
6. Pierden la confianza en las demás personas, incluyendo su familia
Con el paso del tiempo, la confianza en los demás se va deteriorando, pues el presenciar una experiencia tan traumática, ha marcado su destino para siempre. Desconfían de las intenciones de cualquier persona que demuestre afecto e interés, ya que si se involucran demasiado pueden salir lastimados y sentir nuevamente el dolor vivido en la separación de su familia.
7. Es un dolor que nunca se olvida
El sufrimiento de los hijos comienza en el momento en que sus padres les explican que deben separarse, pero el resentimiento y el dolor va aumentando conforme ellos crecen y se dan cuenta de las circunstancias en que ocurrió todo. Descubrir la verdad con el paso del tiempo solamente revivirá el recuerdo y el dolor que puede convertirse en ira en la etapa adulta.
8. Crecen con miedo al amor
De acuerdo a la traumática vivencia, el dolor y la inseguridad que les provocó la separación de sus padres, los hijos ven el amor como una experiencia llena de sufrimiento que resulta negativa y de la cual huyen, saboteando sus relaciones de manera inconsciente. Viven el amor de una manera tibia, prefieren mantener relaciones casuales sin ningún tipo de compromiso por miedo al abandono o simplemente porque no creen que el amor y la fidelidad vayan de la mano.
1. Los hijos son propensos a repetir los patrones negativos
Aproximadamente el 55% de los hijos de familias que han vivido una infidelidad, suelen ser infieles en su etapa adulta. Existe una frase muy conocida que dice “Se predica con el ejemplo”, lamentablemente, también las cosas negativas pueden ser aprendidas por los hijos. Muchas parejas que han cometido infidelidades piensan que los niños pequeños no se dan cuenta de estas acciones, sin embargo, con el paso de los años, van comprendiendo la dolorosa realidad y ésto es sumamente perjudicial en sus vidas y también en sus futuras relaciones.
2. Aprenden una dolorosa lección: La traición existe
Es una dura lección, aunque no les expliquen con palabras lo que está ocurriendo, los pequeños suelen aprender más de lo que ven, inmediatamente reconocen que los comportamientos entre sus padres han cambiado, lo peor es cuando ven que uno de ellos se aleja y decide ir con otra persona. La percepción que los hijos tenían de una familia unida se rompe irremediablemente y viven una nueva realidad, la traición existe y destruye la idea de vivir felizmente al lado de ambos padres.
3. Su autoestima se ve afectada
La primera comunidad a la que los hijos pertenecen es la familia, por ello cuando este santuario de amor, confianza y enseñanza que los ha formado se rompe, comienzan a sufrir de inseguridades, pues la traición cometida por quien es su modelo a seguir, desestabiliza su entorno y tiene fuertes implicaciones psicológicas. Los adolescentes también se ven afectados por ésto, sobre todo porque se encuentran en una etapa donde desarrollan su identidad y los problemas de su entorno familiar afectan su autoestima de forma directa.
4. Empiezan a sentir miedo al abandono
Los hijos de padres infieles, desarrollan un miedo irracional al abandono, pues en su mente, el padre afectado no hizo nada malo para merecer una traición, y ese miedo quedará enterrado en su subconsciente. Esto afectará su comportamiento en pareja por el resto de su vida, ya que necesita la constante aprobación de su pareja y demuestra su afecto de manera compulsiva para no ser abandonado por el ser querido, lamentablemente este comportamiento codependiente no permitirá que sus relaciones sean sanas y estables.
5. Sienten que deben elegir entre uno de sus padres
Las parejas separadas a causa de una infidelidad suelen culparse el uno al otro por lo ocurrido, como dice la investigadora Kate Figes, por ello obligan a los hijos a tomar bandos entre mamá y papá, lo cual crea graves conflictos y no es nada sano para ellos, ya que su estado emocional se vuelve cada vez más frágil a causa de la ruptura y la traición. Arrastrar a los hijos a las discusiones y problemas maritales es algo injusto y egoísta por parte de cualquiera de los padres, ellos son quienes más sufren después de una ruptura, pues sólo son víctimas inocentes de las malas decisiones de sus padres.
6. Pierden la confianza en las demás personas, incluyendo su familia
Con el paso del tiempo, la confianza en los demás se va deteriorando, pues el presenciar una experiencia tan traumática, ha marcado su destino para siempre. Desconfían de las intenciones de cualquier persona que demuestre afecto e interés, ya que si se involucran demasiado pueden salir lastimados y sentir nuevamente el dolor vivido en la separación de su familia.
7. Es un dolor que nunca se olvida
El sufrimiento de los hijos comienza en el momento en que sus padres les explican que deben separarse, pero el resentimiento y el dolor va aumentando conforme ellos crecen y se dan cuenta de las circunstancias en que ocurrió todo. Descubrir la verdad con el paso del tiempo solamente revivirá el recuerdo y el dolor que puede convertirse en ira en la etapa adulta.
8. Crecen con miedo al amor
De acuerdo a la traumática vivencia, el dolor y la inseguridad que les provocó la separación de sus padres, los hijos ven el amor como una experiencia llena de sufrimiento que resulta negativa y de la cual huyen, saboteando sus relaciones de manera inconsciente. Viven el amor de una manera tibia, prefieren mantener relaciones casuales sin ningún tipo de compromiso por miedo al abandono o simplemente porque no creen que el amor y la fidelidad vayan de la mano.
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